Siglo XIX, Universidad Nacional de Lomas de Zamora. Un estudiante destacado de periodismo, detallista y observador, distinguido del resto por su capacidad de análisis y su interés en el mismo, solía concurrir al establecimiento asiduamente por aquellos años. Tenía una profunda necesidad de exponer su pensamiento sobre la realidad, pero, tiempos difíciles aquellos, era un tema muy engorroso. La censura de las visiones parciales que no coincidían con el punto de vista dominante, era algo normal y aceptado por todos. Aquél, el disidente, era tomado como un subversivo, que debía agradecer a quienes impartían orden y justicia, en lugar de rebelarse. Ajetreado el muchacho, decidió crear un espacio público para poder expresar todo aquello que tenía dentro, para comunicar a sus colegas todo aquello que él veía, para de esa manera, por lo
menos, compartir las sensaciones con aquellas personas que así lo quisieran. Cansado de la "autopersecusión", decidió camuflarse bajo el anonimato, tras el nombre de "Borrico Detractor". De esta forma, comenzó exponiendo todo lo que sus compañeros veían, pero que ninguno decía, para preservar sus intereses personales. El Borrico, continuó a lo largo del tiempo manifestando su pensamiento puramente subjetivo y "engañador", sin filtro, tal como lo caracteriza. El Detractor no tenía conciencia del alcance de su medio, tanto es así que rápidamente se corrió la bola hasta que casi todo el estudiantado tuvo acceso a sus escritos. Esos textos, que, como dijimos líneas arriba, expresan un punto de vista subjetivo y "engañador", pero siempre dejando en libertad a quienes no esten de acuerdo con su opinión, sin más ánimo que expresar su pensamiento a la comunidad, sin deseo alguno de perturbar a los "líderes" de turno, sólo con el profundo anhelo de que su pensamiento disidente sea escuchado y planteado entre los miembros de la Facultad, que, en definitiva, es de todos. Pero no. Este estudiante era perseguido permanentemente por los dirigentes, por "revoltoso y conspirador". Hasta que un día, lo encontraron, y sin miramiento alguno, le comunicaron que su "periodismo detractor" había llegado a su fin. Sin otra opción, el estudiante optó por retirarse a pesar de contar con el apoyo de gran parte del estudiantado, despertando en aquellos una conciencia que hizo aflorar la necesidad de plantear dudas en aquello que hasta el momento era incuestionable. Entonces, un grupo de estudiantes, seguidor de este periodista, formó el Partido Borrico Detractorista (PBD) que contó con el apoyo de los estudiantes que habían sido despertados por Plager (si, en aquel momento ya daba clases) y de aquellos que sólo se divertían con las internas dirigenciales. Esto generó una gran preocupación en las demás agrupaciones políticas, por lo que algunas de ellas, las más poderosas, optaron por oprimir a la masa estudiantil que cada vez era más fuerte con tácticas
de distracción, como hermosas pinturas, bonitos cuadros y ricos mates. De esta manera logró reducir al grupo que había empezado a dar sus primeros pasos. Esa conciencia del estudiantado volvió nuevamente a construir el muro que limitaba su visión, dejando todas las ideas brillantes del Borrico a un lado, y sólo saludando a este estudiante con compasión y "cariño". El Borrico Detractor, resignado, decidió dejar un mensaje para reflexionar: "¿Qué es más importante, el poder o construir esto entre todos, por el bien común? Es Sabido que todos tenemos ideologías diferentes, pero, ¿Tanto es el temor, que no pueden ser escuchadas y debatidas?" Es normal que en esa época, haya ocurrido lo que ocurrió. Era moneda corriente observar ese tipo de actitudes. Ahora, en el Siglo XXI, ¿No debería poder manifestarse libremente el Borrico? Dejamos la pregunta, para que ustedes, lectores, opinen. No nos interesa hacer política, sólo somos unos muchachitos con espíritu flashero con un interés general por todo lo que ocurre, y la historia del Borrico (¿Mito o realidad?) no es la excepción. Participen, y que el cantero no tape el bosque.
Abrazo eruano.