martes, 16 de noviembre de 2010

Biografía de Jaime Plager (Parte II)

Parece que es el momento propicio para terminar de subir la biografía de Plager, cuya primera parte ha sido posteada el año pasado. Su jubilación inminente, motivo de congoja para el alumnado unlziano, hace que sea apropiado dar a conocer sus hazañas a lo largo de la enmarañada historia. Es un homenaje de barro a esas magnánimas clases de filosofía de los martes. Por ser bastante extensa, la biografía se subirá en tres partes.

Plager y la Grecia clásica

No son pocos los científicos que creen que la figura de Zeus está inspirada en Plager. Se han encontrado recientemente, unas primitivas representaciones del dios del rayo, que son algo diferentes de las que llegaron a trascender hasta el momento. El senegalés experto en religión, física cuántica y futbol, Joeputa, explica al respecto: “Hemos descubierto una imagen de Zeus que es la más antigua hasta ahora encontrada. En esta representación, el hijo de Kronos no tiene la barba poblada, sino un bigote impecablemente prolijo, además de usar unas gafas para leer. En su brazo, no lleva ya un rayo, sino un martillo.” Cuando esta información salió a la luz, causó gran controversia en el ámbito Plageriano. La mayoría está de acuerdo en que Plager, durante el albor de la historia humana, estuvo viviendo en el Monte Olimpo, y que juzgaba a los griegos con martillazos Nietzschianos. Esta tesis está fuertemente apoyada por el hecho de que se han encontrado en dicho monte, inscripciones que aparentemente se corresponden con la caligrafía de Jaime. Alguno de esos escritos dicen: “Platón se la come, Sócrates se la da”, “Aristóteles tenía un pedo enorme cuando escribió Metafísica” o “Si se me quiere meter en la cama un Alcibíades lo saco a patadas (en el culo). Pero si viene a mi cama Nicole Kidman, yo no tengo Sophrosyne...”

Se especula que con el correr de los años, Plager se habría retirado de la escena pública de las polis griegas Los helenos transgiversaron su imagen, reemplazando el martillo por el rayo y los bigotes por la barba.


El oscurantismo: La ausencia Plageriana


Sin embargo, el mundo se vio privado largamente de la presencia de Plager. Se desconocen con certeza los motivos, pero a principios del siglo V, Jaime desaparece del mundo occidental. Este cae en el caos del oscurantismo, que es nada más y nada menos que la ausencia de la luz que Plager derramaba en los hombres.

Los historiadores no se ponen de acuerdo de las causas que provocaron el exilio de Jaime. Al respecto, Jorge Garchoto asegura: “Hemos hallado algunas fuentes que datan del siglo IV, cuando aún Plager aparecía -aunque cada vez menos- en la escena pública del Imperio Romano. Un aventurero griego, radicado en Roma, llamado Porreádocles, registró posiblemente, la última aparición de Plager. Nos cuenta Porreádocles que se hallaba en un barco en el mar mediterráneo. La tripulación sentía un extraña sensación, como si un poder invisible e impetuoso se ciñera sobre ellos. Los hombres se la pasaban rezando a sus diferentes dioses. Una noche, Porreádocles salió a la borda a observar las estrellas, esperando que estas le dijeran cual sería su destino. Inusitadamente, sintió un escalofrío, somo si estuviera en presencia de un ser descomunal. Cuando volteó, vio un hombre con bigote perfectamente prolijo. Su rostro parecía turbado. El mar, que estaba calmo, comenzó a agitarse. El hombre gritó, enfurecido: “¡Ese idiota de Constantino eligió esa religión somatofóbica para el imperio! Me quiero matar e irme.” Acto seguido, el misterioso hombre desapareció de la vista de Porreádcoles. El griego escribe: 'Fue una experiencia trascendental. En apariencia, era un hombre común y corriente; sin embargo, algo en él me hizo saber que estaba frente a un ser superior. Tenía un aura inexplicable. La simetría de los bigotes, era tan perfecta, que sin duda era inhumana'. La carta tiene fecha del año 313 d.C.”

Sin embargo, hay historiadores que dudan de la verosimilitud de la carta de Porreádocles, principalmente por la afición de dicho personaje a fumar opio.

Aquellos que tienen un punto de vista más teoplageriano, sostienen que Plager salió del planeta para atender los asuntos en el resto del Universo. A pesar de esto, otra rama del teoplagerianismo, sostiene que el poder de Jaime es tan grande que él está en todo el universo a la vez, y que en ese caso, no necesitaría salir del planeta para atender asuntos en lugares remotos de la galaxia. Una tercera rama del teoplagerianismo, asegura que las dos ramas anteriores tienen razón, ya que no existen los hechos, sino las interpretaciones.

Otra hipótesis sugiere que Jaime se fue a vivir a oriente, ya que éste no sufrió el oscurantimo.

La ausencia de Plager en occidente causó que el mundo se hundiera en una etapa de obscuridad absoluta. La Inquisisión perseguía a los pocos fieles de Plager que quedaban, acusándolos de Herejes. Los índices de alfabetismo fueron enormemente bajos, las personas se divertían yendo a ver a las plazas a Tinnellium. Éste era un personaje burdo y poco creativo, que hacía espectáculos con personas de baja intelectualidad que bailaban en los hielos de escandinavia, o los hacía danzar alrededor de una palmera, que hacía las veces de caño. La influencia de Tinellium fue vital para que la Iglesia afianzara su poder, ya que con sus espectáculos lograba narcotizar a las personas.

Continúa y finaliza en la parte III.


sábado, 13 de noviembre de 2010

Comunicado Oficial: Gracias Jaime


El Súperhombre nietszcheano, el realizador del Bien Supremo platónico, Aquél, que ha podido cernirse sobre los confines de la razón, ha tomado una decisión muy importante: dejar de cultivar mentes en sus cátedras de filosofía para continuar con su camino creador.
Parece que el inminente desarrollo de la era posmoderna lo cansó. Cada vez más jóvenes se pronunciaron para contradecir su santa palabra y difamarlo. Lo que más le molestó a Jaime, al parecer, es que sus críticos no tenían ni siquiera el conocimiento de los principios básicos de la filosofía.
De todos modos, son muchos los sujetos que han cambiado su modo de vivir gracias a este súperhombre.
Por lo pronto, Plager creyó que era un buen momento para tomarse un pequeño júbilo, después de tantos años de enseñanza: "Voy a conocer Australia. Me interesa su filosofía. Y de paso, voy a visitar a Nicole Kidman. Basta de sophrosyne, del krasis y de que se yo. Viva la pleonexía hasta la desmesura" dijo, apuntando con su fibrón y con una sonrisa burlona.
Por otra parte, algunos fans analizan la posibilidad de pedirle su famosa campera color crema y subastarla. Los fondos serán donados para la creación de una estatua de Oro del filósofo.
Plager, antes de tomar la decisión, ha dejado unos escritos para aquellos que lo veneran. Dice así:

DEL CAMINO DEL CREADOR

¿Quieres marchar, hermano mío, a la soledad? ¿Quieres buscar el camino que lleva a ti mismo? Detente un poco y escúchame.

«El que busca, fácilmente se pierde a sí mismo. Todo irse a la soledad es culpa»: así habla el rebaño. Y tú has formado parte del rebaño durante mucho tiempo.

La voz del rebaño continuará resonando dentro de ti. Y cuando digas «yo ya no tengo la misma conciencia que vosotros», eso será un lamento y un dolor.

Mira, aquella conciencia única dio a luz también ese dolor: y el último resplandor de aquella conciencia continúa brillando sobre tu tribulación.

Pero ¿tú quieres recorrer el camino de tu tribulación, que es el camino hacia ti mismo? ¡Muéstrame entonces tu derecho y tu fuerza para hacerlo!

¿Eres tú una nueva fuerza y un nuevo derecho? ¿Un primer movimiento? ¿Una rueda que se mueve por sí misma? ¿Puedes forzar incluso a las estrellas a que giren a tu alrededor?

¡Ay, existe tanta ansia de elevarse! ¡Existen tantas convulsiones de los ambiciosos! ¡Muéstrame que tú no eres un ansioso ni un ambicioso!

Ay, existen tantos grandes pensamientos que no hacen más que lo que el fuelle: inflan y vuelven aún más vacíos.

¿Libre te llamas a ti mismo? Quiero oír tu pensamiento dominante, y no que has escapado de un yugo.

¿Eres tú alguien al que le sea lícíto escapar de un yugo? Más de uno hay que arrojó de sí su último valor al arrojar su servidumbre.

¿Libre de qué? ¡Qué importa eso a Zaratustra! Tus ojos deben anunciar con claridad: libre para qué?

¿Puedes prescribirte a ti mismo tu bien y tu mal, y suspender tu voluntad por encima de ti como una ley?

¿Puedes ser juez para ti mismo y vengador de tu ley?

Terrible cosa es hallarse solo con el juez y vengador de la propia ley. Así es arrojada una estrella al espacio vacío y al soplo helado de la soledad.

Hoy sufres todavía a causa de los muchos, tú que eres uno solo: hoy conservas aún todo tu valor y todas tus esperanzas.

Mas alguna vez la soledad te fatigará, alguna vez tu orgullo se curvará y tu valor rechinará los dientes. Alguna vez gritarás «¡estoy solo!»

Alguna vez dejarás de ver tu altura y contemplarás demasiado cerca tu bajeza; tu sublimidad misma te aterrorizará como un fantasma. Alguna vez gritarás: « ¡Todo es falso!»

Hay sentimientos que quieren matar al solitario; ¡si no lo consiguen, ellos mismos tienen que morir entonces! Mas ¿eres tú capaz de ser asesino?

¿Conoces ya, hermano mío, la palabra «desprecio»? ¿Y el tormento de tu justicia, de ser justo con quienes te desprecian?

Tú fuerzas a muchos a cambiar de doctrina acerca de tí; esto te lo hacen pagar caro. Te aproximaste a ellos y pasaste de largo: esto no te lo perdonan nunca.

Tú caminas por encima de ellos; pero cuanto más alto subes, tanto más pequeño te ven los ojos de la envídia. El más odiado de todos es, sin embargo, el que vuela.

«¡Cómo vais a ser justos conmigo! -tienes que decir - yo elijo para mí vuestra injusticia como la parte que me ha sido asignada».

Injusticia y suciedad arrojan ellos al solitario: pero, hermano mío, si quieres ser una estrella, ¡no tienes que iluminarlos menos por eso!

¡Y guárdate de los buenos y justos! Con gusto crucifican a quienes se inventan una virtud para sí mismos, odian al solitario.

¡Guárdate también de la santa simplicidad! Para ella no es santo lo que no es simple; también le gusta jugar con el fuego - con el fuego de las hogueras para quemar seres humanos.

¡Y guárdate también de los asaltos de tu amor! Con demasiada prisa tiende el solitario la mano a aquel con quien se encuentra.

A ciertos hombres no te es licito darles la mano, sino sólo la pata: y yo quiero que tu pata tenga también garras.

Pero el peor enemigo con que puedes encontrarte serás siempre tú mismo; a ti mismo te acechas tú en las cavernas y en los bosques.

¡Solitario, tú recorres el camino que lleva a ti mismo! ¡Y tu camino pasa al lado de ti mismo y de tus siete demonios!

Un hereje serás para ti mismo, y una bruja y un hechicero y un necio y un escéptico y un impío y un malvado.

Tienes que querer consumirte a ti mismo en tu propia llama: ¡cómo te renovarías si antes no te hubieses convertido en ceniza!

Solitario tu recorres el camino del creador: ¡con tus siete demonios quieres crearte para ti un Dios!

Solitario, tú recorres el camino del amante: te amas a ti mismo, y por ello te desprecias como sólo los amantes saben despreciar.

¡El amante quiere crear porque desprecia! ¡Qué sabe del amor el que no tuvo que despreciar precisamente aquello que amaba!

Vete a tu soledad con tu amor y con tu crear, hermano mío; sólo más tarde te seguirá la justicia cojeando.

Vete con tus lágrimas a tu soledad, hermano mío. Yo amo a quien quiere crear por encima de sí mismo, y por ello perece. -

Así habló Zaratustra. Discípulo de Jaime Plager.

Comentá, maestro