jueves, 7 de julio de 2011

Controvertidos test de gorilemia en la facultad

Desde el Centro de Estudiantes se lanzó una campaña piloto para probar los nuevos aparatos que "ayudarán a mejorar la calidad académica", y permitirían que se pueda "identificar los mejores postulantes a profesores y a ocupar algún cargo en el Consejo Académico", relataron fuentes del Frente. Este controvertido dispositivo, denominado gorilómetro, mediría la cantidad de Perón en sangre. Así, aquellas personas que tengan un bajo nivel de Juan Domingo en sus venas, saldrán como positivos en los tests de gorilemia.

Defensas y críticas

Todos por Sociales sostuvo que el gorilómetro es "beneficioso" para el estudiantado porque permitirá que "los compañeros puedan acceder automáticamente a los cargos en juego, dejando atrás el concurso docente". Y advierten que "un buen profesor siempre es peronista".
"No podemos dejar que los gorilas se hagan cargo de cátedras o de lugares estratégicos de la facultad. Aquellos docentes que no estén a la altura de las circunstancias, deberán ser reemplazados", sentenció el vice aguatero del vice rector, Néstor Cámpora. "El gorilómetro solucionará el problema de los infiltrados", agregó.
En teoría, este dispositivo ayudaría a que las cátedras y las posiciones de poder las ocupen personas que militen en el peronismo, que no sean de la derecha reaccionaria, que estén a favor del modelo "nacional y popular", en contra de la oligarquía y de la burocracia sindical.
En la práctica, son muchas las críticas que ha recibido, desde otras organizaciones estudiantiles y del alumnado en general, esta peculiar forma de seleccionar cargos.
Domingo Quinquenal es un alumno que se considera un militante "peronista incondicional", y pese a eso el test de gorilemia le dio positivo. "Al parecer, el criterio que se utiliza para considerar un gorila es estar en contra de las políticas del Frente", aseguró.
Por su lado, aquellas argupaciones políticas de otra tendencia ideológica se mostraron "sumamente preocupadas" por el uso del gorilómetro, ya que implica la "homogeneidad absoluta en el reparto del poder".
"Nosotros también queremos nuestro pedazo, ¿Por qué no nos lo dan?", se quejó Pedro Bolche, líder de una agrupación de izquierda.
Alumnos que no pertenecen a ninguna agrupación agregaron que en su experiencia, muchos "profesores elegidos por el gorilómetro suelen no estar preparados para los cargos que ocupan". Esto se debería a que ciertos docentes son elegidos "no por sus aptitudes, sino por su consonancia ideológica con el centro de estudiantes, sumado a su capacidad para repetir sin cuestionar lo que los de 'arriba' le dicen".

Mientras tanto, los de Franja Morada piensan inmolarse en masa recordando aquella Reforma Universitaria de 1918.


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