lunes, 7 de abril de 2014

M. Whiskas: seductor de alumnas


Profesor de "Historia de los yiros" y "Organización y práctica sexual", Whiskas es fácilmente reconocible por su simpatía, su afición a las minifaldas y sus dedos con forma fálica. Su hábitat natural es allí dónde haya tetas y culos. Caza, sobre todo, alumnas desesperadas por conseguir el cuatro que no tengan problema en ponerse en cuatro para lograr tal objetivo.
Reconocido por sus amigos debido a que organiza juntadas futboleras que terminan con putas, su afición a las orgías es reconocida o sospechada por el alumnado. 
Durante sus clases, mientras un ojo escudriña al alumnado, el otro se mueve febril en busca de escotes abiertos. Este gran personaje unlziano y sus incursiones amorosas con estudiantes, serán analizados a continuación por esta vouyeurista organización.

Técnicas de seducción:

1) Hay que romperse el culo para aprobar

Whiskas, como un león al acecho, está siempre atento a las debilidades de su presa. Normalmente elige a su víctima por las notas de su parcial. Si estas son inferiores a 4, el bonachón profesor le da a la alumna una posibilidad adicional de dar un "oral" muy particular para poder promocionar la materia o no tener que recursarla. 
La técnica consiste en entregarle el parcial a la muchacha, y luego, con la excusa de charlar sobre la nota, pedirle el número telefónico. La muchacha, sea por ingenuidad o por zorritud, le da su número telefónico al profesor. Las de la primera categoría lo hacen con los ojos abiertos y una sonrisa estúpida en el rostro, creyendo que el docente es copado. Las de la segunda categoría entregan su número mientras, no muy disimuladamente, aplastan sus pechos con los brazos para poder realzar el busto. 
Unos días después, cuando la sed sexual de este personaje lúbrico le inflama el cerebro (o como diría el pueblo, cuando la chele le sube a la cabeza), busca en su agenda atestada de números de minitas, llama a una, y la invita a tomar un café para "hablar sobre el parcial", o alguna excusa similar. Las ingenuas despiertan de su burbuja y saben que es una trampa. No acuden a la cita, pero Whiskas insiste en varias oportunidades, llamándolas al teléfono o encarándolas en los pasillos.

 Aquellas que no temen usar su cuerpo como moneda de intercambio para conseguir aprobar van sin vacilar, se perfuman las partes íntimas y se ponen alguna vestimenta que deje poco a la imaginación. La cita, por supuesto, termina en un "oral" dónde el único conocimiento que hay que demostrar es el amatorio. Según pudo constatar el ERU en diversos de estos breves encuentros que presenció escondido en el placard, Whiskas goza de apetitos sexuales poco convencionales. En uno de los encuentros, hizo disfrazar a una alumna de Evita y mientras arremetía contra ella exclamaba "Dale, lleguemos juntos a la Justicia Social". En otra cita hizo caracterizar a la muchacha de Perón, y pidió que le de látigo. Mientras era azotado, Whiskas exclamaba "soy un oligarca, castigame". 


2) Falanges eróticas


Pero Whiskas tiene otras técnicas para conquistar jovencitas. Sea por una somatización de su idée fixe, sea por una ironía del destino, los dedos del profesor, gruesos y largos, asemejan un tronco cabezudo. M., consciente de esto, aprovecha para inflamar la imaginación de las muchachas. Mientras da explicaciones en sus clases, sus extremidades cobran vida. Se deslizan sensualmente por el marcador, en un ascenso y descenso vertiginoso. Los dedos se pasean por su rostro pletórico de deseo. Se detienen en sus labios hinchados, y parecen encontrar allí algo digno de explorar, muy delicadamente. Salen, luego, empapados. Ese racimo de porongas que conforma su mano se extiende, erguido y amenazante, frente a toda la clase.
Este tipo de movimientos se dan de forma sutil, y pasa desapercibido casi para todos los alumnos. Para algunas muchachas el juego es demasiado excitante. Con sus pantaletas en llamas, deben salir al baño a satisfacer apresuradamente su pulsión erótica. Con disimulo, luego, dejan su teléfono en el escritorio de Whiskas.

Bosquejo del pulgar de Whiskas


3) Apelación a la potencia intelectual

Pero no todo es abuso de poder, acoso y violencia -simbólica- de género al considerar que cualquier mina es potencialmente un objeto sexual que intercambiará su cuerpo para conseguir aprobar.
Según un cartelito que circula por facebook, el punto G de una mujer se encuentra en el oído y todo aquél que lo busque en otro lado está destinado al fracaso. Desde esta organización intentamos poner a prueba la teoría usando como sujetos de prueba a iniciadas desesperadas por conseguir el favor del ERU. No logramos encontrar el punto G, y la única reacción corporal de las muchachas fue una otitis aguda. Sin embargo, es posible que esta asociación, en su afán de literalidad y carnalidad, haya errado el camino. Whiskas nos ha demostrado el verdadero sentido de la frase. Si la promesa de aprobar con sólo entregar falla, y asimismo el show de los dedos sensuales no surte efecto, el trigre de la UNLZ tiene un as bajo la manga. Consiste en entablar una conversación con una alumna, conocer sus gustos intelectuales, hablar de temas que le interesen. Luego, cuando tiene la atención, hace la propuesta. "En mi casa tengo una biblioteca muy GRANDE, cuando quieras podés venir y TE LA MUESTRO". La alumna, confundida ante tal demostración de cultura y sexualidad encubierta, no puede más que caer frente al dandy.

Coger o no coger, ésa es la cuestión

No pretende esta organización poner en duda la importancia del garche para la humanidad. Muy por el contrario, hemos observado al maestro con el fin de desnudar sus métodos y ayudar a que futuros profesionales sepan cómo desenvolverse y conseguir mojar el enano. El profesor ha desarrollado una variedad de técnicas que cualquier docente digno de tal título puede y debe utilizar a la hora de lograr el coito. Cualquier objeción de conciencia y/o profesionalismo la desechamos por puritana. El sueño de cualquier hombre es estar rodeado de gatos, algo que Whiskas consiguió. Y si lo logró, algo bien habrá hecho. ¡Emulemos este ejemplo unlziano!


Contanos... ¿presenciaste a Whiskas en acción? ¿O intentó chamuyarte? ¡Queremos todos los detalles!

1 comentario:

NAHUEL-FACUNDO dijo...

Esta historia es muy conocida en la Facultad de Sociales de la Universidad de Lomas de Zamora. Sobre todo se hablaba mucho de las andanzas de un profesor de historia. Justamente, ese profesor tenía la misma imagen de bonachón.

Comentá, maestro