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domingo, 10 de noviembre de 2013

Sábado Peirciano

Mis apuntes de semiología estaban tendidos por toda la mesa. Rasgados, marcados, pintados, hace tiempo que ya habían sido vejados con una lectura obligada y metódica.
Era sábado, y me se sentía frustrado por tener que tragarme los libros de Marafiotti y no un par de shots de tequila. A pesar de esto, continué con mi lectura: un parcial nada grato me esperaba el lunes. Leí hasta que los ojos se me irritaron, la vista se me cansó y mi cerebro se embotó. Me recosté sobre los apuntes, agotado y algo deprimido, recordando lo que había leído sobre la biografía de Peirce. Un sábado peirciano podría no ser tan malo después de todo, pensé, y el mundo se desvaneció en un torbellino de oscuridad.
Desperté cuando alguien me sacudió por el hombro.
- Levantate pibe que tenemos que salir.
Estaba confundido. Miré al hombre que me había arrancado del sueño, un rostro vagamente familiar y decimonónico. Tardé en reconocerlo, pero comprendí atónito que estaba frente al legendario Charles S Peirce. Lo que había deseado justo antes de dormirme se había hecho realidad: Un sábado peirciano con el creador del pragmatismo, salir de joda con ese gran aficionado al éter, el alcohol y la morfina. Sí, la obsesión tricotómica de Peirce lo acompañó incluso en su adicción.
Que misterio inefable lo trajo a mi presencia, si era un fantasma, un zombie o fue revivido corpóreamente, no se lo pregunté. Cuando la lógica se rompe hay que aprovechar el desdoblamiento de las aburridas leyes que nos gobiernan a diario y dar rienda suelta al delirio de lo irreal y extraterreno. Lo que sí pude comprobar es que Peirce no decepcionó. Sacó de su valijita un frasco de éter, y un par de pañuelos para aspirarlo; jeringas y morfina; además de un par de botellas de absenta. En la previa terminamos tan puestos que comenzamos a debatir sobre la semiosis ilimitada y nos propusimos nombrar a todos los interpretantes de la palabra "pito". Luego de una hora de listado (en el que aparecieron "embutido de carne", "canelón con salsa blanca" y "panqueque con casquito de bombero"), nos percatamos de lo infructuoso de nuestra tarea, y nos pusimos en marcha para ir a bolichear.
Una vez en la discoteca, tomamos rondas y rondas de tequilazos. Noté preocupado como Peirce, cada vez que había que pagar, ponía alguna excusa o se hacía el que no oía por la música. Alarmado, recordé que el buen Charles se destacaba por la grandeza de su cabeza pero no de su billetera. Sin embargo se lo perdoné y todo el escabio corrió por mi cuenta. No todos los días uno tiene la posibilidad de ir de fiesta con un referente del mundo intelectual.
Luego del sexto tequilazo, Charles perdió toda inhibición social y comenzó con la labor de encare. Sabía que el tipo era un mujeriego, pero creí que la extemporaneidad le jugaría en contra. Me demostró cuan equivocado estaba al comerse dos minas -a la vez-, echarlas y hacer que ellas le rogaran que les pasara el facebook. Pasmado, intenté aprender del maestro y fisgoneé mientras se chamuyaba a una morocha de atributos generosos.
- Vos sos el interpretante final de la belleza.- Piropeó Peirce. Pude comprobar el efecto del signo lanzado por Peirce ya que las cosas se pusieron muy melosas. Luego de que se aburrió de esa chica, se acercó a otra y le susurró:
- Quisiera ser el ground de tu objeto inmediato.- Un pez más que entró a la red.
Peirce, con cara de orto y todo, pescaba de a 3

 Sólo como parte de una curiosidad epistémica propia de mi personalidad, intenté replicar la situación. Me acerqué a una muchacha, le tiré el mismo piropo, pero para mi sorpresa la mina me miró mal, salió corriendo y llamó a los patovicas que me empujaron para sacarme del lugar. De la nada apareció Peirce y le partió al que me arrastraba una botella en la cabeza. Escapamos del boliche a duras penas, corrimos un par de cuadras y nos detuvimos fatigados.
- Yo... sólo... usé uno de tus pirpos para tratar de seducir una chica- Expliqué lastimosamente.
- Jaja, el que sabe sabe, papá.
Hacer ejercicio después de beber tanto no nos hizo bien, y terminamos quebrando elegantemente en una zanja al costado de la estación de Lomas. Nos quedamos un rato tendidos, tratando de recuperar el aliento y la cordura. Pero el reposo duró poco.
- ¡Ahí viene la yuta! Oí la sirena (primeridad) perteneciente a un patrullero específico (segundidad) e infiero que vienen los agentes de la ley a hacer cumplirla con todo el rigor de los bastones (terceridad).- Vociferó Charles.- ¡Nunca me atraparán con vida!
Huimos de nuevo, pero siempre con la policía pisándonos los talones. Decidimos separarnos para tener más chances. Fue la última vez que vi a Charles Peirce.
Corrí a Yrigoyen y me tomé el 51 San Vicente, me quedé dormido y cuando desperté, todavía no sé como, aparecí en mi cama. ¿Había sido todo un sueño producto de una resaca semiótica? ¿Una ilusión producto de una mente desquiciada? Decídanlo ustedes. A pesar de las compulsiones textuales, este intenta ser un enunciado abierto.
 A mi me gusta creer que Peirce logró eludir las autoridades, me encontró en el camino, me llevó a casa y me arrulló con la siguiente nana: "Arroró mi signo, arroró mi ground. Arroró semiosis de un concepto".      

viernes, 8 de noviembre de 2013

Elecciones UNLZ 2013: Un programa de chimentos, y fiscales "copados"

Televisión y chismes, una forma de obtener fondos

Estarán acostumbrados a las soluciones innovadoras del ERU. Esta no es una excepción. Esta organización propone la creación de un espacio televisivo local en el que las agrupaciones políticas puedan dirimir sus diferencias. Un programa de chimentos conducido por Jorge Rial, en el que los referentes de los distintos grupos puedan ir a dar su punto de vista sobre los conflictos, gritarse, llorar, putearse, cagarse a piñas... En fin, todos esos condimentos que adornan los programas chismosos y que parecen adosar también a la política. El panel estará integrado por un conjunto de notables: Marcelo Polino, Luis Ventura, Viviana Canosa, y el elemento local encarnado en la figura de Diego Brancatelli.
Ahora bien, la genialidad del ERU no consiste solamente en la creación de este programa. Es sabido que la fórmula chismes + piñas + gritos (y podríamos agregar minas en bolas como para asegurarnos) es igual a rating. Y rating es igual a publicidad lo que equivale a guita. Con lo recaudado, el ERU pondrá los baños en condiciones. ¡Una vez más, solucionamos los problemas de los estudiantes de forma innovadora!

Fiscales contra la monotonía de las urnas

Según comentarios que recibió el ERU, este año se aplicaron novedades a la hora de votar. Algunos fiscales se toman el trabajo de quebrar con la solemnidad del acto de votar y sabiendo que el exceso de seriedad puede causar afecciones psíquicas, entran al cuarto oscuro mientras uno está eligiendo boleta. En ese momento hacen un chiste, stand up, o comentario gracioso, que automáticamente quiebra con el clima monótono y hace reír al votante. Se hacen llamar los "Patch Adams" de los comicios.
El ERU pudo reconstruir algunas intervenciones de estos anónimos héroes. Una joven estaba en el cuarto oscuro buscando la boleta de nuestra agrupación cuando un fiscal salvaje apareció.
      -¿Qué hace acá?- Preguntó azorada
      - Nada, vengo a acomodar las boletas.- Respondió el cómico sin más. La muchacha estalló de risa
      - Justo ahora, mientras voto, jajaja. ¡Contate otro!
En otra situación captada por nuestros drones, observamos como un fiscal irrumpió en un cuarto oscuro y ni bien ingresó exclamó:
       - Uuuuyy... ¿Quién se cagó?
Otra vez las risas del elector, otra vez la salud. Estos hombres no piden nada a cambio y mejoran nuestra vida. Agradecemos su aporte a la causa que tanto promoveos: la de promover risas subversivas.

jueves, 7 de noviembre de 2013

Elecciones UNLZ: Fenómenos paranormales

Apariciones espectrales en sociales

Durante esta semana electoral a la división espiritista del ERU le llegó un mensaje inquietante. Una estudiante de la facultad recibió un llamado del más allá. Así fue como nos entrevistamos con la muchacha que estuvo en contacto con el fenómeno paranormal
Lupe Tera se encontraba en su casa, mientras estudiaba para rendir los parciales que la asediaban, cuando repentinamente sonó su teléfono. Atendió y una voz ronca le anunció: "Es en la práctica donde el hombre tiene que demostrar la verdad, gila"
Azorados, decidimos continuar la investigación y determinar si más alumnos había presenciado fenómenos similares. Fue así como un testigo de identidad reservada nos contó su experiencia ultrasensorial. El joven se encontraba en el jardín de su casa bajo un árbol de plátanos verdes cuando vio una imagen extraña acercarse, este es su testimonio (interprétese la lectura con voz de Sprayette, extrañamente el joven hablaba así):
     - “Bueno, yo me encontraba en mi jardín... y lo vi venir hacia mí. Caminaba impasiblemente y observaba con avidez las flores que yo estaba… ejem.. oliendo. Extendió su mano para que le convidase y yo le entregué lo que estaba preparando y entonces, sí, le convidé, y allí me dijo...  'Es en la práctica donde el hombre tiene que demostrar la verdad, gil'. Él llevaba una barba papanoelesca y unas gafas que no me permitieron reconocerlo y fumaba una pipa, pero aún así su imagen se me hacía familiar–nuestro testigo se quiebra y entre sollozos continúa –no comprendí el mensaje en su momento, creí que era producto de mi estado y luego desapareció entre el humo opiáceo …”
 Seguimos nuestro camino perturbados. Barba, adicciones, gafas, rebeldía. Para nosotros era obvio de quién era el espíritu: Hershel de The Walking Dead. En el bondi estábamos convencidos, pero repentinamente apareció su figura... parecía un tipo normal viajando hasta que tuvo que pagar el boleto y exclamó "Esa mierda de la economía capitalista". Inmediatamente después se evanesció. El ánima de Karl Marx estaba detrás de estas escalofriantes apariciones.
Ese extraño momento en que vimos al espíritu de Marx en el bondi

Constatamos que fueron numerosas las apariciones de esta extraña figura en los alrededores del campus unlziano en las últimas semanas, donde se lo ha visto con las mismas gafas, la pipa, vistiendo túnicas rojas y arrastrando una bolsa con yerba para hacer mate cocido.
En vistas de la persistencia de este extraño fenómeno decidimos adentrarnos un poco más en el asunto y descubrimos que el espíritu había estado visitando a algunos estudiantes mientras leían los cuantiosos folletos de las distintas agrupaciones. 
Corrimos, en pos de nuestra investigación, a buscar las grabaciones de las cámaras camufladas como “luces de seguridad” y descubrimos en las mismas un resplandor moviéndose hasta desaparecer tras la puerta de la secretaría académica.
Con muy pocas esperanzas decidimos recurrir a la última de nuestras posibilidades de llegar al fondo de este asunto: los falsos canes que vigilan la entrada de la facultad.
Es una verdad de perogrullo que los pichichos que simulan ser mascotas del campus son en realidad espías sofisticados que responden a Obama y que fueron los verdaderos protagonistas de la primera versión de “Hombres de Negro” que luego fue revisada y protagonizada por el perro Frank.
Una vez recordado esto procedemos a copiar el dialogo con nuestro informante canino, el agente Ñ:

  • Ñ: Lo vi entrar a la facultad hace dos semanas. Llevaba su traje rojo, unas gafas, una pipa y una ramita en su bolsillo.
  • Eru: ¿te dijo algo? ¿te mostró algún mensaje?
  • Ñ: no, solo entró cargando una bolsa que parecía pesada y olía a yerba. Creo que era yerba. Estoy seguro de que era yerba.
  • Eru: ¿También crees que se trataba de un espíritu?
  • Ñ: Una presencia incorpórea, sí. Ni del todo en el más allá, ni del todo en el más acá.

Con este testimonio que nos confirmaba que se trataba de un alma en pena optamos por hacer uso del poder olfativo de nuestro informante extranjero y gracias a su colaboración llegamos a rastrear el olor a mate-cocido y tostadas hasta los albores del campus y lo que encontramos nos sorprendió aún más.
Esta es una imagen del campus visto desde el helicóptero del vicegobernador:


Como pueden ustedes también observar, el mensaje es claro, una vez más aparece la frase: “Es en la práctica donde el hombre tiene que demostrar la verdad, giles”.
A la medianoche del lunes, mientras todos los militantes de la facultad se dedicaban a vigilar las urnas, pelearse entre sí, traficar mates, y proponer cosas que olvidarán la semana siguiente, nuestro equipo de investigación se infiltró en las cámaras de seguridad una vez mas y gracias a la ayuda de nuestro hacker estrella, al que apodamos N3RD PU10, pudimos observar que el alma el espíritu de Marx se le había presentado a decenas de alumnos cuando leían las propuestas. ¿Por qué el espíritu del padre del materialismo histórico volvería a esta facultad para azorar a los estudiantes mientras analizan las propuestas? Es un interrogante para el que todavía no tenemos respuesta, y por lo cual apelamos a su colaboración. Si llegaran a encontrarse con el ánima culpable de este hecho les rogamos que le pregunten.

Por Croartemís y Elocuente Aurum






miércoles, 26 de septiembre de 2012

Día de la PrimavERU

21 de septiembre, día del estudiante, y por primera vez en el registro de los anales del ERU, no hubo clases. Esto nos alegró sobremanera, así que decidimos festejar a lo grande. A decir verdad, teníamos pensado estar todo el día tirados en una plaza, con muchas drogas, sexo, alcohol y rock 'n' roll, pero ya nos pareció casi una convención para estas fechas. Además, no teníamos intención de salir (de nuevo) en el noticiero. Ya nos había ocurrido: tuvimos que soportar a un furioso Feinmann hablar de lo mal que está la juventud, mientras una señora mayor, escandalizada, gritaba que los párvulos "son todos unos drogadictos, vagos, tiene que volver el Servicio Militar Obligatorio".
Por eso decidimos innovar. ¿De qué forma nuestra inmaculada organización podría pasar la primavera? ¡Buscando a Plager, claro está! Resolvimos emprender un incierto viaje en busca de este adorado profesor. Sophrosine, Pucho y yo preparamos las valijas para el arduo viaje. Fernet, cerveza, tequila, panchos, patys, una carpa, y un lanzallamas fueron las provisiones elegidas para la realización del viaje que separa el sur del conurbano con capital, donde esperábamos encontrar a nuestra deidad.
Tomamos el siempre bien ponderado tren Roca. Entre Avellaneda y Gerli, la formación se detuvo. Un grupo de caceroleros de Recoleta, que jamás había viajado en tren y que era la primera vez que pisaban tierra bonaerense, cortaron las vías reclamando que las condiciones en las que se viajaban eran pésimas.
Los miembros del ERU no nos íbamos a desanimar tan fácilmente. Decididos a ver a nuestro mentor a toda costa resolvimos seguir a pie. Pero luego de recorrer un tramo nos cruzamos con el Riachuelo. Pucho comenzó a reflexionar en busca de una solución metafísica que nos permitiera atravesar el escollo, mientras yo puteaba y Shophrosine se reía de forma siniestra.
- Crucemos caminando.- Sugirió con desparpajo. Pucho y yo lo miramos incrédulos.
- ¿Tenemos cara de Jesuses, ahora?- Pregunté. Como toda respuesta, Sophrosyne se encogió de hombros, masculló un "Mah", puso un pie sobre el agua... y no se hundió. ¡Un milagro! O quizás no tanto. El Riachuelo es más desechos industriales, metales pesados y basura que agua. Así que atravesamos el cauce de agua soportando las burlas de nuestro compañero. Al llegar al otro lado festejamos, pero nos dimos cuenta que la suela de nuestro calzado se había derretido.
Sin darle importancia, continuamos nuestra marcha hasta llegar a Constitución. Sin saber a dónde ir, hicimos lo que cualquier persona sensata hace cuándo no sabe cuál es el camino a seguir. Decidimos hacia donde dirigirnos con un piedra, papel o tijera. La opción "ir al norte" ganó, así que seguimos caminando en lo que creíamos era esa dirección. Cuando recorrimos un par de kilómetros, la tierra se sacudió unos segundos. Quietud. Tembló de nuevo. Se estremecía rítmicamente. Alarmados, vimos como en el horizonte se recortaba una figura enorme, monstruosa, que con golpes perezosos derribaba edificios. Cuando lo tuvimos más cerca vimos que se trataba del Raví Shankar, que luego de tanto meditar y expandir su mente, también logró trasladar esa expansión a su cuerpo, agigantándose. Una vez que tuvo un tamaño kingkonguesco, se dio cuenta que su pasión no era la espiritualidad, sino destruir ciudades.

Impelidos por nuestro espíritu guerrero, deseosos de conquistar la gloria, creyendo que si derrotábamos al Gigante Shankar la presidenta nos cedería el mando del país, decidimos aprestarnos para la batalla. Sophrosine agarró el lanzallamas de entre nuestras cosas. Pero en lugar de atacar al descontrolado Raví, el espíritu vandálico de nuestro colega hizo que incendiase una discográfica donde había una póster enorme de Justin Bieber. Luego focalizó su atención en el Raví, pero poco fue lo que le hizo. Causó millones de dólares de daños colaterales a edificios cercanos, y Shankar ni se inmutó. Sophrosine se aburrió de intentar abatir al monstruo, así que se resignó, y se sentó a ver que pasaba sin mucho interés.
Como si de un juego de RPG se tratara, luego fue el turno de ataque de Pucho. Decidió que vencer por la fuerza bruta al gigante sería inconsistente, por lo que lo más lógico en su condición de ex-líder espiritual, sería proponerle un interrogante tan ingenioso que no lo pudiera resolver.Se acercó al Raví y le gritó.
- Oh, Sri Sri Raví Shankar, que te hacías llamar líder espiritual, te planteo este dilema. ¿Cómo saber que tú, en tu materialidad inmensa y monstruosa, eres un ser y no un...?- Pero la pregunta quedó trunca ya que lo que no había planeado Pucho era que el Raví, en su afán de destrucción y debido a su gran altura, no escuchó lo que dijo. En lugar de plantearse el interrogante, pisó el suelo cerca de nuestro amigo, que salió despedido y quedó tendido en el piso.
Era mi turno de actuar, la victoria dependía de mí. Así que corrí a una casa de electrodomésticos cercana que estaban saqueando. Hice lo propio, y luego me dirigí a los televisores. Los acerqué al ventanal y los conecté a todos los equipos de audio que pude. Sintonicé Tinelli. ¡No! No lo pensé, yo sería el primer afectado. Mi mente se paralizó, mis sentidos se embotaron, y caí casi fulminado. El Raví no quedó ajeno. Se agachó y comenzó a mirar las pantallas. Era como si el encantador de serpientes hubiera realizado su truco. Pero aunque detuvo su afán destructivo unos segundos, cuando se acercó más al local de electrónica, hizo temblar más el piso, los televisores cayeron y el efecto se desvaneció. El Raví montó en cólera. Sería nuestro final...

***

¿Qué es eso? ¿Un pájaro? ¿Un avión? ¡No, es Plager!
-¿Y vos querés conquistar el mundo, loco?- Soltó su omnipotente voz, con desdén. El súper hombre volaba, blandiendo su martillo Nietzchiano.
El Raví intentaba golpear a Plager, pero era como un humano tratando de atrapar una mosca. Jaime era demasiado rápido, demasiado ágil.
- ¡Ahora voy a derrumbar tu edificio de farsas!- Sentenció el filósofo hiper humano. Los ojos desencajados del Raví vomitaban terror.
Jaime hizo un arco descendente con el martillo y golpeó con la fuerza de 10 Chuck Norris la cabeza del gigante, luego voló hacia abajo y atacó las rodillas. Las piernas de Shankar cedieron y quedó arrodillado.
- Los voy a sacar de la caverna platónica y les voy a mostrar el sol- Exclamó Plager. Y en la mano en la que antes estaba el martillo apareció una Gilette gigante. Con gráciles y veloces movimientos, afeitó al Raví.
- Vos no sos un líder espiritual, vos sos Miguel del Sel, loco.- Explicó. El raví se tanteó el rostro y al notar que no tenía barba emitió un sonido inhumano, y cayó fulminado.

Recobrados luego de nuestra derrota, Sophrosyne, Pucho y yo nos acercamos al tan alabado filósofo.
- ¿Ustedes no pudieron derrotar a este sofista? Me quiero matar, e irme además.- Luego de que le estrechamos la mano, nos agarró como quien dice, del forro del culo y nos mandó a volar...

***

La ensoñación se desvaneció. Tengo la visión nublada un poco por la resaca, un poco porque aún no me libero del todo de los brazos de Morfeo, pero puedo entrever que ya atardece. Bajo la sombra de un árbol, miro a mi alrededor y veo a mis colegas. Las cajas de Uvita, las botellas de cerveza y los chupitos de tequila se amontonaban. Un olor penetrante y verde se arremolina alrededor. Una cámara de televisión nos está filmando. El periodista se muestra al borde de la indignación, relatando cómo la juventud está descontrolada. Una señora mayor pasa delante de la cámara y se queja. "¡Tendría que volver el Servicio Militar Obligatorio!", exclama. El periodista se nos acerca, me pone un auricular en la oreja y me dice: "Eduardo Feinmann les quiere hacer unas preguntas"
-¡No otra vez!- Susurro.

 ***

Las elecciones se acercan y el ERU como siempre está en bolas. Por eso necesitamos que nos ayudes a completar nuestra plataforma electoral. ¡Decinos que propuestas incluirías en la plataforma electoral del ERU!

Comentá, maestro